¿Sabías qué el anuncio escrito más antiguo que se ha encontrado data del año 3.000 a.C. y fue hallado en la ciudad de Tebas, en Egipto?
Pues sí amigos, se trata de un cartel hecho en tela donde se ofrece la recompensa por un esclavo fugitivo llamado Shem-Sam y por el cual su amo ofrecía una moneda de oro a cambio de su captura.
Todos sabemos que las relaciones comerciales aparecen casi desde el momento en que la humanidad existe, y que la actividad de comerciar lleva aparejada el dar a conocer las cualidades de un producto. Por este motivo, podemos deducir que desde que existe el comercio y la venta de bienes, ha existido siempre un cierto concepto de publicidad.
La primera manifestación escrita que se conserva con carácter publicitario, como os comentábamos antes, es un papiro egipcio conservado en el Museo Británico en el que un artesano de Tebas anuncia la fuga de uno de sus esclavos, este decía:
«Habiendo huido el esclavo Shem de su patrono Hapu, el tejedor, éste invita a todos los buenos ciudadanos de Tebas a encontrarle. Es un hitita, de cinco pies de alto, de robusta complexión y ojos castaños. Se ofrece media pieza de oro a quien dé información acerca de su paradero. A quien lo devuelva a la tienda de Hapu, el tejedor, donde se tejen las más hermosas telas al gusto de cada uno, se le entregará una pieza de oro.»
Como verás, esta nota cumple con un doble objetivo, por un lado el de transmitir la desaparición de Shem y su recompensa, y por otro, un breve y conciso mensaje publicitario en el que aprovecha la oportunidad para destacar las cualidades del producto con el que se gana la vida.
La Publicidad Clásica
Si nos vamos un poco más adelante en el tiempo, también existe constancia de la existencia de los primeros medios propagandísticos en la Grecia clásica, una especie de cilindros de madera denominados ‘kyrbos’ en los que se incluían todo tipo de comunicados.
En Roma existían los ‘alba’ que destacan porque básicamente eran grandes tablones de anuncios, y los ‘libelli’ que eran papiros que se adosaban a los muros de las ciudades de un modo semejante al que se hace hoy en día con la cartelería moderna.
También, en la Edad Media se solían utilizar xilografías, una especie de manuscritos tallados en placas de madera que después se imbuían de tinta para lograr un determinado número de reproducciones sobre pergaminos.
A partir de la invención de la imprenta de Gutenmberg comenzó la edición en masa de libros y, lo que es más importante para el ámbito publicitario, otro tipo de documentos como octavillas o periódicos.
Todas estas diferentes herramientas y medios publicitarios se han utilizado para potenciar la venta de bienes o servicios, desde que el mundo existe.
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